Cierta vez, un malvado Perro y un desleal Lobo enjuiciaron a una inofensiva Oveja.
El experimentado juez coimero, preguntó al Perro:
"Díganme, ¿qué problema traen ante este tribunal?"
El Perro respondió:
"Señor Juez, hace tiempo presté a esta Oveja un pan, y se niega a devolvérmelo. El señor Lobo no me dejará mentir."
"¿Es cierto lo que dice el señor Perro, señor Lobo?" - Preguntó el Juez.
"Sí su señoría..." - Respondió el Lobo - "Pero no sólo fue un pan, sino diez panes."
Ante el testimonio del falso, y tras la persistencia de la Oveja acusada de no recibir nada del Perro, tuvo que pagar lo que no debía.
Muchos días después, la Oveja encontró a los malvados Perro y Lobo dentro de una trampa. Al verlos, la Oveja dijo:
"¡Oh, dioses! ¡Que merecido premio para la malvada calumnia!"
Moraleja
Tarde o temprano,siempre llega el castigo.