El Lobo y la Cigüeña

Un día, un Lobo glotón tuvo la "suerte" de que se le atraviese un hueso en la garganta mientras comía. Al verse en tan serio apuro, busco ayuda en una Cigüeña que pasaba por ahí diciéndole:

"¡Ayuda por favor señora Cigüeña!. Usted tiene un pico tan largo, que podría quitarme con facilidad este hueso que me ahoga. ¡Por favor sálvame que la recompensaré generosamente!"

La Cigüeña conmovida por los ruegos del Lobo y confiada en sus promesas, ayudó a este, y le sacó el hueso con suma cuidado. Pasado un rato, la Cigüeña pidió el pago de sus servicios, pero el Lobo le respondió:

"¡Pero que necia eres!. Después de haber tenido tu cabeza entre mis fauces, ¿me pides un premio mayor que el perdonarte la vida?, y dejarte libre para después contar que pusiste tu vida entre mis dientes?"

La Cigüeña al oír tan insólita respuesta, se marchó sin decir nada.

Fábula: El Lobo y la Cigüeña

Moraleja
Inútil es hacer el bien a los malvados. Nunca corresponden lo favores recibidos.


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