Un día, una Liebre preguntó a una Zorra:
"¿Podrías decirme si realmente es cierto que tienes muchas ganancias, y por qué te llaman la "ganadora"?"
La Zorra le contestó:
"Claro amiga Liebre, te diré todos mis secretos, ¿que te parece si te digo todo mientras cenamos juntas?."
La Liebre aceptó gustosamente y siguió a doña Zorra hasta su casa; pero al llegar, vio que no había cena alguna mas, la misma Liebre.
La Liebre sin remedio alguno se dijo:
"Al fin comprendo, y para mi desgracia veo de donde viene tu nombre: No es por tus trabajos, sino de tus engaños."
Moraleja
Nunca pidas lecciones a los tramposos,
pues tú mismo serás el tema de la lección.